El trabajo productivo no siempre es eficiente
Jason, el director general de la empresa de comercio electrónico, leyó mucho sobre los sistemas de control de los empleados, pero no creía necesitar uno. Su empresa llevaba diez años en el mercado. La mayoría de sus 18 empleados trabajaban allí desde hacía más de cinco años, y cuatro empleados llevaban allí desde el principio. No había conflictos en el equipo; muchos empleados eran amigos y pasaban los fines de semana juntos.
Cuando un amigo de Jason le habló de CleverControl y de cómo le había ayudado a aumentar la productividad en su empresa, Jason también decidió probar el software.
El objetivo de Jason no era espiar todos los movimientos de sus empleados. Le interesaba más experimentar con lo que podía hacer el sistema de vigilancia y cómo podía mejorar el rendimiento de los empleados.
La instalación no causó ningún problema: Jason introdujo CleverControl a través de Active Directory por la noche, después de que todos los empleados salieran de la oficina. Se olvidó del programa durante un tiempo. Cuando comprobó los informes un par de semanas después, no observó nada extraordinario.
Según las estadísticas, los periodos de inactividad eran insignificantes; el personal no utilizaba aplicaciones no autorizadas ni programas no relacionados con el trabajo. Un vistazo a las capturas de pantalla y a los sitios web visitados no reveló ningún comportamiento sospechoso. Los empleados seguían siendo aparentemente productivos, aunque algunos tendían a echar un vistazo a Facebook o Youtube de vez en cuando. Sin embargo, los empleados visitaban esos sitios web durante menos de veinte minutos al día, por lo que Jason decidió descartar este aspecto.
A continuación, Jason vio grabaciones de pantalla de ordenadores de empleados aleatorios. En su mayoría, esas grabaciones confirmaron sus conclusiones anteriores: el equipo estaba concentrado en su trabajo, pero uno de los gerentes de ventas llamó la atención de Jason. Sus estadísticas de actividad de usuario parecían correctas: no había largos periodos de inactividad ni horas en las redes sociales. Según todos los registros y estadísticas, debería considerarse productiva. Sin embargo, sus grabaciones de pantalla mostraban que lo hacía todo con extrema lentitud. Una línea de texto, unos cuantos cambios entre pestañas del navegador, unos minutos de inactividad, la comprobación de nuevos correos electrónicos, la siguiente línea de texto y la siguiente ronda. Jason asignó a la empleada tareas adicionales, pero eso no cambió la situación: ella mantuvo su lento ritmo de trabajo. No cumplía los plazos y decía que no tenía tiempo suficiente para completar la tarea. Tras unos meses de seguimiento, al no ver ningún cambio, Jason despidió a la encargada.
Aunque se le explicaron los motivos de su despido, la gerente se enfadó y decidió vengarse de la empresa. Borró toda la información de su ordenador, incluida la correspondencia con los clientes, los acuerdos y otra información. Restaurar esta información podría costar mucho tiempo y dinero, y la empresa probablemente perdería los clientes con los que trabajaba la gerente. Por suerte, cuando Jason revisó los registros de CleverControl de los últimos meses, consiguió restaurar la información vital borrada.
Si Jason no probara CleverControl, es posible que nunca supiera de la existencia del empleado improductivo y que no pudiera recuperar la información. Jason sigue utilizando CleverControl.
Características esenciales:
- Estadísticas de la actividad de los usuariosLos gráficos y tablas informativas muestran el grado de productividad y disciplina de cada empleado.
- Grabación de pantallaEn el caso de la jefa de ventas, las estadísticas por sí solas no bastaban para evaluar correctamente su productividad. Aunque no infringía ninguna norma, los registros mostraban que era improductiva debido a sus retrasos.
- Registros de eventos.Gracias a que CleverControl capturó todo el texto escrito, los correos electrónicos y otras actividades de los empleados, Jason pudo restaurar la información que había borrado.