Cómo CleverControl ayudó a implantar un modelo de trabajo más saludable

Cómo CleverControl ayudó a implantar un modelo de trabajo más saludable

Una empresa consultora francesa se aventuró a experimentar la implantación de una semana laboral de cuatro días y la disminución de las horas de trabajo semanales a 35. Su hipótesis era que ese modelo de trabajo mejoraría la salud y la satisfacción vital de los empleados, lo que a su vez impulsaría su rendimiento.

Sin embargo, les preocupaba razonablemente la productividad de los empleados: unas semanas laborales más cortas significarían probablemente que se haría menos trabajo. O los empleados empezarían a trabajar en exceso el resto de la semana, lo que anularía el efecto psicológico positivo de un día libre adicional. Esto no beneficiaba a la empresa, por lo que los ejecutivos necesitaban una herramienta eficaz para controlar la productividad y el tiempo de trabajo de los empleados durante el experimento.

La empresa llegó a CleverControl porque nuestra solución ofrecía estadísticas de actividad, registros de actividad detallados y la funcionalidad de supervisar el proceso de trabajo en tiempo real. Todo lo que podría ayudar a revelar y solucionar los cuellos de botella que pudieran producirse.

Para evaluar objetivamente el efecto de una semana laboral de cuatro días en la productividad de los empleados, la empresa implantó CleverControl dos meses antes de la fecha estimada de transición. Los datos recogidos durante ese periodo servirían de marcador para el rendimiento después de la transición.

Las primeras semanas de trabajo de cuatro días confirmaron la teoría inicial de la empresa. Las estadísticas recopiladas por CleverControl indicaron un descenso general del 40% en el uso de las redes sociales y del 12% en el tiempo de inactividad en el lugar de trabajo. Sitios web de entretenimiento como Youtube, Dailymotion o Voici casi desaparecieron de los registros de varios empleados que los habían frecuentado antes del experimento. Una encuesta a los empleados mostró que percibían la reducción de las horas de trabajo como una motivación. Les inspiraba a dedicar menos tiempo a las distracciones y a ser más eficientes si eso significaba un día libre más.

A lo largo del mes siguiente, el uso de los medios sociales por parte de los empleados aumentó un 7% respecto a los indicadores de las primeras semanas, pero siguió siendo significativamente inferior a las cifras anteriores a la transición. El seguimiento continuo no mostró un nuevo aumento del uso de los medios sociales.

Por supuesto, hubo empleados a los que les costó acostumbrarse al nuevo horario. Por ejemplo, según los datos de seguimiento previos al experimento, uno de los empleados sólo podía concentrarse en el trabajo después del almuerzo casi todos los días. Recientemente, empezó a padecer falta de sueño. Las comprobaciones ocasionales en su ordenador con Live Viewing mostraron que faltaba a su puesto de trabajo por las mañanas. Combatió la niebla en su cabeza causada por la falta de sueño con innumerables tazas de café en la cafetería de la oficina. Con una semana laboral de cinco días, conseguía mantener un nivel de productividad más o menos decente y cumplir con la mayoría de los plazos, pero la reducción de las horas de trabajo afectaba mucho a su rendimiento. Tras hablar de sus resultados con RRHH, se le ofreció un horario más flexible con un comienzo más tardío. Esto le ayudó a mejorar gradualmente su productividad.

Tal y como preveían los directivos, otros empleados empezaron a trabajar en exceso. Las estadísticas de tiempo activo de CleverControl mostraban que se quedaban una o dos horas después de terminar la jornada por miedo a no poder terminar su trabajo a tiempo. Sin embargo, en unos meses, ese problema se solucionó por sí solo, ya que los empleados empezaron a entender cómo repartir mejor el tiempo. Las largas horas de trabajo casi se acabaron.

Analizando las estadísticas recogidas por CleverControl y otros indicadores, la empresa llegó a la conclusión de que la transición a la semana laboral de cuatro días no provocó un descenso del rendimiento. Es más, en algunos casos, inspiró más productividad porque el mayor tiempo libre sirvió de fuerte factor de motivación y permitió un descanso de mayor calidad. Al final, la empresa consideró que el experimento había sido un éxito y aplicó la semana laboral corta de forma regular.

Características esenciales:

  • Estadísticas de los usuarios
    El uso de las redes sociales, la dinámica de los tiempos de actividad y de inactividad y otras métricas permitieron a la empresa evaluar el efecto de la semana laboral corta en el rendimiento del personal.
  • Visualización en directo
    La comprobación aleatoria de lo que hacía cualquier empleado en cualquier momento permitía a la dirección asegurarse de que los empleados seguían siendo productivos.
  • Estadísticas de actividad
    CleverControl captura el momento en que el empleado comenzó y dejó de trabajar. Eso permitió a la empresa encontrar al personal que trabajaba en exceso.