¿Debe una empresa hacer un seguimiento de las redes sociales de sus empleados?

Seguimiento de las redes sociales de los empleados

Las redes sociales y la cultura en línea son ya parte integrante de la vida moderna: hoy es casi imposible no tener una presencia digital. Por supuesto, esta presencia ya no se ve como algo aislado de la vida offline, sino como una extensión de ella. Teniendo esto en cuenta, ¿es necesario para un empresario hacer un seguimiento de las redes sociales de sus empleados?

Los tiempos en los que podías decir lo que quisieras en Internet quedaron atrás; ahora, la comunicación online está sujeta a la ley y a los nuevos códigos morales y éticos. Uno de tus empleados puede ser una persona influyente con una gran audiencia, y todo lo que diga puede afectar tanto a tu imagen como a la de tu empresa.

Teniendo esto en cuenta, vigilar las redes sociales de los empleados puede ser de fundamental importancia, especialmente para las empresas que trabajan en todo momento en estrecho contacto con el público.

Pero, ¿cómo iniciar esta conversación? ¿Cuáles son los límites legales del control de las redes sociales por parte de los empleados? ¿Hasta qué punto se puede exigir a los empleados que mantengan una imagen profesional fuera del entorno laboral?

En este artículo responderemos a estas y otras muchas preguntas. Empezaremos, por supuesto, por la principal.

Entonces, ¿es necesario para un empresario hacer un seguimiento de las redes sociales de sus empleados?

El seguimiento de las redes sociales de los empleados es un tema controvertido que suscita muchas polémicas. Hay argumentos a favor y en contra de esta práctica - y la respuesta a la pregunta depende de muchos factores, como la naturaleza del trabajo, la cultura de la empresa, las leyes y normativas locales y el equilibrio entre privacidad y seguridad.

Por un lado, los empresarios pueden creer que rastrear las redes sociales de los empleados es necesario para proteger a la empresa de posibles problemas legales. De este modo, los empresarios se asegurarán de que los empleados se comportan adecuadamente en línea.

Pueden argumentar que los empleados representan a la empresa incluso fuera del horario laboral y que el comportamiento en línea no regulado de los empleados puede afectar negativamente a la reputación del empleador. En situaciones adversas, este tipo de escenario es bastante probable.

Por otro lado, los defensores de la privacidad sostienen que rastrear las redes sociales de los trabajadores es una invasión de la privacidad y puede crear un ambiente de trabajo tóxico. Estas personas afirman que los empleados tienen derecho a la privacidad en su vida personal y que las empresas pueden utilizar arbitrariamente el rastreo de las redes sociales para penalizar a los empleados por cosas no relacionadas con el trabajo.

En general, si un empresario decide rastrear las redes sociales del personal, debe tener una política clara y transparente que establezca por qué la empresa lo hace, qué información se recopilará y cómo utilizará los datos recogidos.

Además, la empresa debe conocer las leyes y normativas locales relacionadas con la privacidad de los empleados y asegurarse de que el seguimiento no infringe estas leyes.

Y hablando de leyes y reglamentos...

¿Qué dice la ley sobre el seguimiento de los empleados en las redes sociales?

Lamentablemente, la legislación no es clara al respecto.

Hay muchos debates sobre la supervisión física en el lugar de trabajo (mediante cámaras, por ejemplo) y la supervisión de la productividad mediante programas informáticos especiales.

En cuanto a la vigilancia física, el consenso es que las empresas pueden utilizar cámaras siempre que no atenten contra los derechos de honor y dignidad del trabajador. Las cámaras en los baños, por ejemplo, están estrictamente prohibidas.

El software de vigilancia de empleados está permitido si el empresario rastrea sólo los dispositivos propiedad de la empresa y lo notifica previamente al trabajador. En caso contrario, el empleado no está obligado a autorizar la instalación del software en su equipo.

Sin embargo, en el caso de la supervisión de las redes sociales de los empleados, no hay nada establecido.

Por regla general, una empresa puede ejercer una supervisión, pero esta política debe ser transparente desde el momento de la contratación. Los trabajadores deben conocer en todo momento los criterios por los que el empresario les supervisa, el motivo de la aplicación de estos criterios y las políticas de la empresa en relación con el uso de estos datos.

En caso de duda, recuerde que cualquier efecto psicológico negativo sobre el trabajador está mal visto por la legislación, por lo que una línea de comunicación clara y abierta entre empleado y empresario es siempre el camino a seguir.

mujeres que trabajan en espacios de coworking

Pero, ¿en qué consiste exactamente el seguimiento de las redes sociales?

Supervisar las redes sociales de un empleado es el acto de rastrear y analizar sus actividades en las redes sociales, incluidas las publicaciones, los comentarios y los mensajes. Estas actividades suelen denominarse huella digital.

Los empresarios utilizan esta práctica para rastrear la actividad en línea de sus empleados con el fin de identificar cualquier comportamiento que pueda dañar la reputación o las operaciones de la empresa. Esta práctica puede incluir cualquier actividad que pueda interpretarse como inapropiada, ofensiva o perjudicial para la marca de la empresa.

Las justificaciones de este rastreo pueden ser diversas, incluyendo fines de marketing, seguridad, investigación criminal e incluso análisis de información de solicitantes de empleo. En el contexto de los empleadores, el rastreo de las redes sociales puede utilizarse para evaluar la idoneidad de un candidato para un puesto de trabajo o para supervisar las actividades en línea de los empleados actuales.

Una de las principales razones por las que los empresarios realizan un seguimiento de las redes sociales es para protegerse de posibles problemas jurídicos relacionados con las relaciones laborales.

Por ejemplo, si un empleado publica algo en las redes sociales que podría considerarse acoso o discriminación, el empresario puede ser considerado responsable por no tomar medidas para impedirlo.

La supervisión de las redes sociales también puede ser útil para detectar posibles problemas antes de que se agraven. Por ejemplo, si un empleado sigue publicando comentarios negativos sobre su trabajo o sus compañeros, puede ser señal de que no está contento y corre el riesgo de abandonar la empresa.

Los empresarios pueden utilizar muchas herramientas y técnicas diferentes para supervisar la actividad en las redes sociales. Algunas empresas utilizan programas informáticos que escanean automáticamente las plataformas de redes sociales en busca de palabras clave o frases específicas, mientras que otras recurren a la supervisión manual por parte de otros empleados o de terceras empresas.

El seguimiento de las redes sociales en la práctica

Como la legislación es imprecisa, todo depende de las políticas de la empresa y de la claridad con que se presenten al empleado.

Las grandes empresas suelen llegar a un acuerdo con sus empleados por el que éstos no pueden hablar mal de la empresa o sus marcas, compartir información confidencial o cotillear sobre el producto u otros empleados en Internet. Estos acuerdos también regulan la comunicación en línea de los empleados en nombre de la empresa.

En algunos casos, la supervisión va incluso más allá, exigiendo al empleado que mantenga una determinada imagen moral online y offline. Por ejemplo, decir palabrotas o publicar fotos indiscretas puede ser inaceptable, ya que puede arruinar la reputación de la empresa. Es importante recordar que el empresario siempre debe discutir estas normas con el candidato antes de contratarlo.

Otro aspecto de la supervisión de las redes sociales de los empleados se refiere a su uso de las redes sociales durante el horario laboral. En este caso, el empleador puede utilizar un software de supervisión de empleados para rastrear su actividad en las redes sociales y los chats durante las horas de trabajo.

iconos de varias redes sociales

Para ello se pueden utilizar varios programas, por ejemplo, CleverControl. Puede rastrear cuánto tiempo pasa el empleado en las redes sociales, qué redes sociales utiliza y qué páginas web visita. El programa también puede hacer capturas de pantalla de las páginas web visitadas y capturar todas las pulsaciones de teclas (incluidas las publicaciones y los mensajes escritos).

Otro aspecto esencial que hay que mencionar son las prácticas relativas a la contratación de personas influyentes.

Influyentes y cultura de la anulación

Los influencers son "personalidades digitales" famosas, a veces con audiencias millonarias y, por tanto, muy impactantes en relación con la opinión pública sobre la empresa.

Por supuesto, es imposible hablar de personas influyentes sin hablar de la cultura de la cancelación.

La cultura de la cancelación es un fenómeno social en el que una persona o grupo es objeto de crítica y rechazo públicos por una declaración o acción que se considera ofensiva o inaceptable. Esta cultura se ha desarrollado principalmente en las redes sociales, donde los usuarios disponen de una plataforma para expresar sus opiniones y llamar la atención sobre comportamientos que se consideran inapropiados.

La cultura de la cancelación se centra a menudo en personas influyentes, famosos, figuras públicas y empresas, que están sometidos a una importante presión por parte de los medios sociales y el público en general. El objetivo es responsabilizar a estas personas o entidades de comportamientos que se consideran ofensivos o perjudiciales y, en algunos casos, exigirles que se disculpen o modifiquen su conducta.

Por lo tanto, el empresario siempre debe tratar de detectar las personas influyentes entre los empleados, así como sus nichos y el tamaño de su audiencia. Con el enfoque adecuado, este trabajo no sólo puede prevenir posibles problemas, sino también beneficiar a la empresa. El empleado influyente puede compartir su audiencia con la empresa, aportando nuevos clientes.

una persona que utiliza las redes sociales durante el trabajo

Entonces, ¿cuál es la respuesta? ¿Vigilar o no vigilar?

En conclusión, el seguimiento de los empleados en las redes sociales puede ser una herramienta valiosa para los empresarios, pero no está exenta de posibles inconvenientes. Los empleadores deben equilibrar la necesidad de un seguimiento necesario con los derechos de privacidad de sus empleados y asegurarse de que sus políticas de seguimiento sean transparentes y coherentes con la cultura y los valores generales de la empresa.

Si su empresa se está planteando implantar políticas de control de las redes sociales, debe entablar una comunicación abierta y honesta con sus empleados y estar dispuesta a introducir cambios en función de los comentarios que le hagan llegar.

De este modo, podrá asegurarse de que sus políticas de supervisión son eficaces y bien recibidas por sus empleados. Corresponde a cada empresa determinar si es necesario o no supervisar las redes sociales, en función de sus necesidades y circunstancias específicas.

Aun así, siguiendo las mejores prácticas y siendo transparentes con sus empleados, los empresarios pueden utilizar la supervisión de las redes sociales como una valiosa herramienta para proteger la reputación y las operaciones de su empresa. Solo hay que equilibrar ambas partes.