Robots en el trabajo: Trabajos que desaparecerán en varios años

Robots en el trabajo: Trabajos que desaparecerán en varios años

Los robots han pasado de la ciencia ficción a la vida real, y pronto competirán con usted por las oportunidades de trabajo. La mala noticia es que esto no se puede evitar, pero la buena es que puedes prepararte para ello. Según Ray Kurzweil, el famoso futurólogo, director técnico en el campo del aprendizaje automático en Google, la singularidad técnica llegará en 2045: la humanidad se fusionará con la inteligencia artificial y el mundo se convertirá en un ordenador gigante. ¿A quiénes afectarán primero estos cambios?

En los próximos 10-20 años, vamos a evidenciar el rápido crecimiento y desarrollo de los coches teledirigidos. Tesla comete muchos errores, pero ya puede mantenerse en el carril, conducir en la ruta, detenerse en el cruce. El momento en que los drones sustituyan totalmente a las personas no está lejos: es posible que pronto se prohíba por completo que las personas conduzcan. En los sectores financiero y de servicios, las operaciones rutinarias pasan a manos de los robots, y las personas sólo resuelven las tareas difíciles y complejas.

La producción está cada vez más automatizada: ya existen robots industriales, pero son caros y están destinados sólo a determinadas operaciones. Los robots baratos y entrenables cambiarán la industria, y muchas personas en China, Bangladesh y países similares perderán sus empleos. ¿Qué profesiones serán las primeras en desaparecer y cómo cambiará la sociedad?

Conductores y costureras

La profesión de conductor será la primera en desaparecer. Cuando los drones se conviertan en un fenómeno de masas, no habrá necesidad de un hombre al volante, y los nuevos coches no tendrán volante de todos modos.

Además, Tesla argumenta que hay menos accidentes mortales en el modo de piloto automático que cuando conduce una persona, y cuando se acumule una masa crítica de algoritmos de comportamiento para diferentes situaciones, los coches autónomos serán capaces de tomar decisiones mejor que las personas. El principal riesgo de accidente será el factor humano, y habrá que eliminar a las personas de este esquema.

Probablemente, los conductores irán a la huelga. Basta recordar la aparición de Uber y otros agregadores. Pero los servicios automatizados están creciendo y evolucionando, y los servicios tradicionales de taxi están desapareciendo.

Probablemente, todo el trabajo no intelectual -como la producción de costura, por ejemplo- recaerá en los robots. Este tipo de trabajo es fácil de programar: un hilo, una aguja, una tela, un patrón es todo lo que se necesita, así que si el robot es más barato que el trabajo de una costurera de Bangladesh, muchas personas de los países en desarrollo perderán su trabajo. Tendrán que aprender nuevas profesiones.

Pero no hay suficientes puestos de trabajo para todos en la nueva economía. ¿Cómo pueden ganar dinero esas personas si se las deja fuera? Los robots baratos reducirán el coste de los productos. Los beneficios de las fábricas crecerán, y los impuestos crecerán relativamente. En algunos países avanzados, la gente ya recibe una renta o subsidio básico incondicional, que les permite vivir sin trabajar.

Finanzas y servicios

Investigadores de Microsoft y la Universidad de Cambridge trabajan en una plataforma de programación automatizada. Una especie de recursión: el algoritmo creado aprenderá de forma independiente sobre otros algoritmos y generará otros nuevos.

Pero la plataforma sólo podrá desarrollar programas para tareas ya resueltas por personas de forma manual. La inteligencia artificial no es capaz de crear un algoritmo fundamentalmente nuevo, y no lo será al menos en un futuro próximo.

Pero la IA permite automatizar tareas rutinarias en los sectores de la banca y los servicios.

Los bancos fueron de los primeros en sustituir a una persona por soluciones automatizadas. Los bancos tradicionales se están digitalizando. Pronto dejarán de ser necesarios los operadores: los bancos no tendrán oficinas. Si la tarea no puede resolverse en el lugar o en la aplicación, intervendrán los empleados del centro de llamadas a distancia.

La automatización empezó a penetrar también en los servicios. Hay aplicaciones para reservar una mesa en un restaurante, facilitando el trabajo del administrador. Se pueden reservar habitaciones en hoteles en Booking.com de forma automática, liberando a los administradores de sus tareas. Pero los robots van asumiendo cada vez más tareas. Cafeterías, hoteles y gimnasios automatizados... Incluso Starbucks coloca quioscos independientes sin barista, cajero ni gerente.

El mercado del fitness también avanza hacia la automatización. Según la investigación de ClubIntel, en 2016 los pagos online fueron una tendencia prometedora y en constante crecimiento. Con la ayuda de una aplicación móvil, los clientes de los clubes de fitness pueden suspender temporalmente la tarjeta, inscribirse en las clases, conocer la cancelación de una clase y comprar un entrenamiento personal.

En cualquier caso, no tiene sentido tener miedo al progreso: alguien, por supuesto, perderá el trabajo como resultado de la automatización, pero la calidad del servicio aumentará y aparecerán nuevas profesiones. El trabajo rutinario será asumido por las máquinas, y las personas, como dijo recientemente Jack Ma, podrán ser humanas.