Por qué no todas las ideas de negocio funcionan

Por qué no todas las ideas de negocio funcionan

En cualquier negocio, siempre hay algo que cambiar, mejorar, añadir o eliminar. Sin ningún cambio, la empresa sólo retrocederá, por lo que siempre debe haber nuevas ideas. En algunas empresas, la responsabilidad de las nuevas ideas recae en "personas especialmente formadas", y en otras, en la alta dirección. En cualquier caso, sea quien sea el creador de estas ideas, la responsabilidad de su realización o de la negativa a ponerlas en práctica será del Director General, por lo que debe entender como nadie los criterios por los que se toma la decisión de aceptar o rechazar la idea de negocio.

Paso 1. La idea

El primer punto y el más importante es que una idea puede ser original, pero también puede ser una copia. Una idea nueva siempre tiene una serie de variantes que se revisan en su formación; simplemente se recogen las copias y se elige de entre ellas la que más conviene o la que más gusta. Pero una copia es el resultado de otra persona, ya puedes ver las consecuencias de su realización, sin embargo, no sabes cómo se implementó ni ningún matiz y aunque investigues la cadena tecnológica, no hay garantía de que puedas reiterar el original. Y si puede lograr un resultado similar, no será el primero y único en el mercado. Cuando se trabaja con variantes, se elige la más fácil, pero hay que estudiar al menos 4-6 variantes, lo ideal es que sean 8.

Paso 2. Plazo de tiempo

El siguiente paso es definir el plazo para la realización de la idea. Un plazo, por ejemplo, hasta el 1 de septiembre no es suficiente; es necesario dividir el periodo en etapas intermedias, cada una de las cuales debe tener un resultado intermedio. En primer lugar, en este caso, verás físicamente el resultado de tus acciones, lo que servirá como confirmación adicional de que tú, como líder, lo estás haciendo todo bien. En segundo lugar, si te desvías del plan, siempre podrás volver al curso establecido, es decir, corregirlo. En tercer lugar, un plan tan estricto te disciplinará a ti y a tus subordinados y no podrán contarte cuentos de hadas como "todo va bien, no te preocupes" hasta el último momento, cuando resulta que no se ha hecho nada. Se trata de una especie de hitos que muestran la dirección correcta. Cada etapa debe tener su propio resultado, físicamente visible, todo lo demás son excusas y pretextos.

Paso 3. Realización

Una vez elegida la variante de la idea, hay que atenerse a ella durante todo el proceso de realización. Los errores son más comunes en esta fase porque el líder, por sí mismo o basándose en las creencias de alguien, empieza a desviarse del concepto original hacia la solución más cercana y fácil que se le ocurre. Por ejemplo, la elección de las materias primas para la producción cambia a favor de otras más baratas o la prioridad de lanzar una línea cambia en el último momento. En este caso, ya no se controla el proceso y empieza a ser caótico. Como resultado, no habrá ni lo uno ni lo otro. El director general, en virtud de su cargo, es responsable de toda la empresa, incluida la realización de todas las ideas e innovaciones. Si no está dispuesto a asumir la responsabilidad del proceso de realización y, en cambio, intenta repartirla a todo el personal según el principio "¡Somos un equipo!", no obtendrá el resultado necesario porque el dinero es un nivel de responsabilidad. Si el líder no está dispuesto a tomar decisiones individuales y a asumir toda la responsabilidad por ellas, sino que anhela los beneficios y la prosperidad de la empresa, no habrá más que eslóganes como "¡¡¡Algún día seguro que venceremos a todos y seremos los líderes del mercado!!! ¡¡Somos los mejores!! Somos un equipo!!!" No se sabe cómo o cuándo vamos a vencer a todos, pero suena muy bien.

Paso 4. Análisis del resultado

Si tu idea funciona, debes analizar paso a paso cómo se ha producido, ya que es tu propia victoria como líder y persona que ha asumido toda la responsabilidad y la ha llevado al punto final lógico. Así que esta es tu caja de herramientas. Si no lo haces, esta situación pasará a tu "banco de experiencias" y cuando la próxima vez apliques por descuido esta "experiencia" en un caso aparentemente similar, te arriesgas a perder. Cada caso es diferente, independientemente de las similitudes externas que tengan. Cuando clasifiques la situación cada vez y apliques las herramientas adecuadas en cada caso concreto, crearás un nuevo escenario que te llevará a la victoria, no al fracaso. Entonces, las ideas de negocio necesarias se harán realidad y aportarán beneficios en lugar de decepciones y pérdidas.

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