Cómo la supervisión de los empleados puede mejorar la eficacia de la formación
Las empresas están dispuestas a invertir en la formación de sus empleados, y los gastos para ello aumentan año tras año. Por ejemplo, las empresas estadounidenses gastaron una media de 1.207 dólares por empleado en formación en 2023, frente a los 1.071 dólares de 2021. Las grandes empresas suelen invertir más: 1.689 dólares por alumno de media, frente a los 826 dólares de las medianas y los 1.396 dólares de las pequeñas. Las empresas esperan mejorar la cualificación de los equipos, aumentar la productividad y, en consecuencia, incrementar los beneficios. Sin embargo, a veces los resultados son... decepcionantes. Los conocimientos adquiridos a través de la formación no siempre se traducen en mejoras perceptibles, y los directores generales a menudo se cuestionan el rendimiento de esas inversiones.
¿Y si existiera una forma de asegurarse de que el dinero invertido en formación se gasta bien y de que los programas de formación tienen un impacto mucho mayor? La respuesta podría estar en una herramienta con la que ya está familiarizado: la supervisión de los empleados. Estas soluciones no sólo pueden servir para mejorar la productividad y el cumplimiento, sino también para revelar lagunas en las habilidades y ayudar a evaluar la eficacia de la formación. En este artículo, exploraremos cómo utilizar la supervisión de los empleados para mejorar la eficacia de la formación.
Identificar las carencias: Seguimiento de las necesidades de formación específicas
A diferencia de las amenazas externas, como la irrupción de piratas informáticos desde el exterior, las amenazas internas proceden de personas que están dentro de su organización. Pueden ser sus empleados, directivos, socios o contratistas, es decir, cualquiera que tenga acceso legítimo a los datos, sistemas e instalaciones confidenciales y lo utilice de forma que perjudique a su empresa.
Comprender qué habilidades o conocimientos les faltan a sus empleados es el primer paso hacia una formación eficaz. Por lo general, las empresas se basan en suposiciones y comentarios generales e imparten formación de talla única, lo cual no es el enfoque más eficaz. La mitad de su plantilla podría estar poco cualificada para la formación seleccionada, mientras que la otra ya sabría todo lo que se enseña en el curso.
Las encuestas a los empleados y las observaciones de los directivos, utilizadas tradicionalmente para identificar las necesidades de formación, suelen presentar una perspectiva subjetiva. Puede que no muestren el panorama completo ni revelen las áreas de mejora más críticas.
Por el contrario, el software de seguimiento de empleados es su herramienta de diagnóstico en profundidad. Proporciona información sobre las competencias que le faltan a cada empleado y le permite ofrecerle formación específica.
Personalizar la formación para lograr la máxima eficacia
Una vez identificadas las carencias de competencias y conocimientos mediante el seguimiento de los empleados, puede pasar al siguiente paso: planificar el programa de formación que tenga el máximo impacto.
En lugar de crear cursos amplios y generalizados, ahora puede centrarse en áreas específicas en las que los empleados tienen más dificultades. Por ejemplo, si el seguimiento revela una lucha constante con el análisis de datos en su equipo de marketing, su programa de formación puede dedicar una parte significativa a ejercicios prácticos y escenarios del mundo real centrados en la interpretación de datos y la presentación de informes.
Además, puede profundizar y crear itinerarios de formación personalizados. Diferentes empleados tendrán diferentes niveles de competencia y diferentes necesidades de aprendizaje. La supervisión puede ayudar a identificar estos matices individuales. Este enfoque también será beneficioso para los nuevos empleados. Supervisar su rendimiento inicial y revelar las áreas en las que necesitan apoyo puede ayudar a crear programas de incorporación individuales y módulos de formación complementarios. Este enfoque personalizado garantiza que cada empleado reciba la formación específica que necesita, a su propio ritmo, maximizando su potencial de aprendizaje y acelerando su integración en sus funciones.
Evaluación de la eficacia de la formación con datos de seguimiento
El valor del programa de formación no reside en el número de expertos de alto nivel que hayan participado en su creación. Está en su impacto en el rendimiento de los empleados y, en consecuencia, en el éxito de la organización. El seguimiento de los empleados es una herramienta eficaz para medir objetivamente este impacto.
Una de las formas más directas de evaluar la eficacia de la formación es comparar los parámetros de rendimiento antes y después del curso. Las métricas "antes" establecen una línea de base objetiva del rendimiento actual, y las métricas "después" son el progreso real realizado. Por ejemplo, puede medir los resultados de la formación sobre nuevas técnicas de venta comparando la tasa media de cierre de acuerdos o los ingresos generados antes del curso y en los meses posteriores. Una mejora estadísticamente significativa de estos KPI indica directamente la eficacia de la formación.
Aunque el seguimiento de los empleados confirme que la formación ha sido eficaz, siempre hay margen de mejora. El seguimiento continuo de los empleados después de la formación puede revelar si el rendimiento no ha mejorado en determinadas áreas o si los empleados siguen teniendo problemas con habilidades o procesos específicos. Por ejemplo, los datos posteriores a la formación muestran una mejora significativa en la mayoría de las áreas, pero un problema persistente con una función concreta del software. Esto sugiere que la formación sobre esa función específica podría tener que mejorarse con más ejercicios prácticos o explicaciones más claras.
El análisis de las áreas en las que los empleados tienen dificultades incluso después de la formación señalará las partes del plan de estudios que deben revisarse, actualizarse o complementarse con recursos adicionales. De este modo, podrá asegurarse de que su formación sigue siendo pertinente y eficaz a lo largo del tiempo.
Conclusión
Las organizaciones quieren asegurarse de que sus iniciativas de aprendizaje y desarrollo son realmente eficaces y contribuyen directamente a la consecución de los objetivos estratégicos. El seguimiento de los empleados es una de las formas más prácticas de evaluar y mejorar la eficacia de la formación. Se trata de una potente lente que pone de relieve las carencias de competencias, lo que permite crear programas de formación específicos, ayuda a medir el impacto de sus iniciativas y le faculta para realizar correcciones.
Gracias al enfoque basado en datos que proporciona la supervisión de los empleados, podrá ir más allá de las conjeturas y la intuición. Puede tomar decisiones informadas que conduzcan a resultados de formación más impactantes y, en última instancia, más exitosos.
Sin embargo, para que la supervisión de los empleados alcance su máxima eficacia, debe aplicarla de forma ética y transparente. Si le interesa saber cómo hacerlo, puede obtener más información en nuestro artículo dedicado a ética en el seguimiento de los empleados.