9 consejos para mantener la calma en el trabajo

9 consejos para mantener la calma en el trabajo

Es el momento de poner toda la carne en el asador en el trabajo, la situación se descontrola, una firma de contrato sale mal y tu jefe te echa la bronca? Cuando las cosas se ponen difíciles, muchos de nosotros cedemos a la abrumadora sensación de ansiedad. No nos deja pensar con lógica y tomar las decisiones correctas. ¿Cómo mantener la calma y no decir o hacer algo de lo que te arrepentirás después? Mantener la calma en una situación crítica no significa "tolerarla". La simple tolerancia no te ayudará a resolver un conflicto ni a encontrar una salida a las complicaciones. Más bien al contrario, algún día la tensión acumulada dará lugar a un terrible estallido emocional de consecuencias imprevisibles. Por eso tienes que aprender a entender las razones de lo que ocurre y mantener tus emociones bajo control.

Define los factores que perturban tu equilibrio interior

Para minimizar la posibilidad de que se produzcan situaciones de estrés, intenta averiguar qué es exactamente lo que te hace perder el control sobre tus emociones. ¿Quizás sea el ruido en la oficina, o la alta carga de trabajo, o la interminable charla de ese colega molesto? Ten en cuenta que si sabes lo que te perturba, te será más fácil evitarlo.

No hagas una montaña de un grano de arena

Por muy difícil que sea la situación, intenta no dramatizarla. No exageres el lado negativo. Ni siquiera dejes que se te pase por la cabeza el pensamiento "siempre me pasa a mí". Al contrario, respira profundamente y di: "No pasa nada. Puedo afrontarlo". Te ayudará a aliviar el ataque de pánico y a ver el caso desde un nuevo ángulo.

Piensa en positivo

Por supuesto, es difícil cambiar a positivo en una situación de estrés. Oblígate a recordar al menos una cosa buena que te haya ocurrido hoy. Haciendo ciertos esfuerzos, te asegurarás de que haya algo agradable incluso en el día más oscuro.

No te imaginas lo que podría pasar si

Cuanto más pienses en los posibles resultados, menos tiempo tendrás para las acciones reales. Las personas verdaderamente exitosas no se preocupan por las dudas: "¿Y si...?" Entienden que la respuesta no les ayudará a resolver el problema.

No se apresure a pedir ayuda

Cuando estés desesperado, detente y piensa dos veces antes de compartir tu problema en las redes sociales. Considera y analiza primero la situación por ti mismo. Aunque no encuentres una salida rápidamente, una pequeña pausa te permitirá ordenar tus pensamientos y calmarte un poco. Para mostrar su preocupación, tus amigos empezarán a simpatizar contigo. Muy a menudo esa "ayuda" sólo empeora las cosas para ti.

¿Qué le tranquiliza y le ayuda a aliviar el estrés más rápidamente? ¿Música clásica, velas suaves, un baño caliente con espuma aromática, aceite de lavanda o una película favorita? Utiliza todo lo que te ayude a recuperar el equilibrio emocional. Cuando vuelvas a casa por la noche, busca un par de minutos para calmar tu mente y pasar a las tareas del hogar. Apaga la luz y pasa unos minutos en silencio. Sorprendentemente, estas acciones tan sencillas son muy eficaces. Ayudan a calmar el estrés y a pasar a otras cosas más rápidamente.

Toma un respiro

En lugar de darle vueltas al problema una y otra vez en tu cabeza, haz algo interesante o divertido. Mira una comedia o lee un libro que te haga reír. Cuando te sientes positivo, recibes una ráfaga de energía que te ayudará a resistir el estrés.

Desconectarse

Si estás dispuesto a responder a una llamada de trabajo las 24 horas del día y a comprobar tu correo electrónico de trabajo cada media hora, te estás cargando el estrés con tus propias manos. Deja de pensar en el trabajo todo el tiempo y desconéctate. Si te preocupa que puedas perder una llamada importante, empieza por algo sencillo. Por ejemplo, apaga el teléfono al salir de la oficina o permítete estar "fuera de servicio" las mañanas del fin de semana. Mantén el equilibrio entre el trabajo y la vida privada.

Dormir lo suficiente

Un buen sueño nocturno "reinicia" tu cerebro, protegiéndote de las preocupaciones del día anterior. Por eso empiezas un nuevo día fresco y con entusiasmo. Por el contrario, la falta de sueño aumenta el nivel de cortisona. Si a esto le añadimos el estrés laboral, el agotamiento emocional está garantizado. ¿Quieres ser productivo? ¡Duerme lo suficiente!

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