5 pasos para el ascenso que no tendrás que pedir
Admitamos que a nadie le gusta pedir el ascenso. Los intereses propios son siempre más difíciles de proteger que los de los demás. Hoy te vamos a contar cómo conseguir el ascenso evitando la desagradable charla con tu jefe.
La mejor manera de demostrar a tu jefe que estás preparado para el ascenso es realizar tus tareas a la perfección y superar constantemente las expectativas. ¿Estás preparado para trabajar lo suficiente? Entonces te ofrecemos cinco pasos para el ascenso.
Haz más que tus tareas habituales
Superar las expectativas en tu propio campo es una cosa. Demostrar tu eficacia en la realización de tareas que van más allá de tus funciones oficiales es otra muy distinta. Intenta siempre realizar las tareas que nadie más tiene tiempo de realizar. Si tu jefe hace un seguimiento del flujo de trabajo, seguro que tu actividad se hará notar y el ascenso puede ser una sorpresa incluso para ti.
Aumente su experiencia, no su estatus
Es más probable que la dirección se impresione con tu deseo de crecer y desarrollarte que con tus ambiciones. Busque oportunidades para dominar nuevas habilidades y adquirir conocimientos que le ayuden en su trabajo. Esto no significa necesariamente que debas olvidarte de tu estatus, sin embargo, éste debe ser sólo el resultado de tus esfuerzos, no su objetivo.
Además, tienes que aprender a presentar bien los conocimientos adquiridos. Si conoces una forma de realizar una determinada tarea, no presumas de tu eficacia. Demuestra que conoces formas y tecnologías más convenientes y contribuye con ellas al éxito de la causa común.
Trabaja constantemente en ti mismo
No olvides que el proyecto más importante de tu carrera eres tú mismo.
Hay un punto interesante sobre el trabajo en uno mismo: la mayoría de la gente intenta hacer las cosas que sabe hacer, no las que requieren aprender y dominar las áreas de experiencia desconocidas. Ten el valor de emprender los proyectos que requieren no sólo un trabajo serio, sino también el desarrollo y la mejora de uno mismo.
¿No sabes por dónde empezar? Pregunta a tu jefe qué podrías hacer mejor y sigue trabajando en esa dirección. Es probable que él o ella te señale las cosas que dificultan tu más pronta promoción.
Emprender grandes proyectos
Es fundamental que los proyectos más grandes sean también los más difíciles. Cuanto más alto sea tu posición en la jerarquía de la empresa, más difícil será tu trabajo.
Trabajar en grandes proyectos le ayudará no sólo a desarrollar y emplear plenamente sus habilidades profesionales, sino que también le enseñará a controlar el flujo de trabajo en varios niveles a la vez, crear y aplicar estrategias complejas.
La cuestión es aceptar el trabajo que puedas manejar. Si sueles trabajar en proyectos que se prolongan durante uno o dos meses, un proyecto de seis meses será una mejor decisión que uno de 12 meses.
Aprender a trabajar en equipo
Cuanto más importante sea tu trabajo, menos instrucciones directas recibirás. Tendrás que actuar por tu cuenta, confiando no en tu estatus, sino en tu capacidad para cooperar con tus subordinados: escuchar, buscar compromisos y organizar el diálogo dentro del equipo.
Tu salida es desarrollar las habilidades del trabajo en equipo. Contrariamente a la creencia popular, no tienes que ser necesariamente el iniciador de todas las actividades del equipo, es más importante demostrar que eres capaz de apoyar y organizar las acciones de tu equipo, permitiendo que todos sus miembros actúen con la mayor eficacia.
Ayudarte a realizar tus ambiciones no forma parte de las obligaciones de tu jefe, sin embargo, si éste sabe que trabajas tan duro como se ha descrito anteriormente, contribuir a tu desarrollo redundará en el interés de la empresa, que en la mayoría de los casos incluye la promoción.